La entrevista suponía desde la pregunta ¿tienes hijos? que no duraría lo suficiente para conocer las habilidades que mi rol de mujer me había dotado. No fue la única vez que presentí lo mismo, casi en todas las entrevistas de trabajo hay empleos donde una mamá, no cumple con el perfil, ¿pero acaso una mamá por sólo el simple hecho de serlo ya perdió cualquier capacidad humana para desarrollar otras actividades ajenas a sus hijos?
Recordaba muy bien lo que significaba estar en una empresa, y en un ambiente laboral hostil, que puede existir. Lo que Fernando, mi jefe, había hecho. Sus insinuaciones, su mal carácter a la hora de solicitar alguna tarea y su prepotencia me alejaron de esa circunstancia, porque era lógico que en un ambiente de hombres no había oportunidad para mí, sin embargo, yo sabía que merecía algo mucho mejor.
Las demandas en casa exigían prioridad, por ejemplo, el tratamiento de Victoria, mi hija que de recién nacida había sido diagnosticada con cáncer y que a partir de ese momento hasta ahora no ha habido nada que me detuviera para ser amiga, enfermera, consejera y hasta motivadora personal. Conocí que mis límites eran extensos.
Dicen que Dios aprieta, pero no ahorca, claro que hubo momentos en los que cabía en mí la duda de si podría con todo, pero debo admitir que fueron pocos, ya que todos los días he obtenido fuerza desde mis entrañas para hacer crecer mi propio negocio y salir adelante con mucho orgullo…
¿La historia de nuestra protagonista es conocida para ti?
¿Alguna vez has sentido que, desde tu rol de mujer como mamá, no conseguiste trabajo? ¿Alguna vez estuviste en una situación hostil en la que te sintieras agredida por el poder de alguna persona? ¿Pese a las dificultades lograste cumplir tus sueños? ¿Eres una mujer que trabaja a diario sin importar que te dijeran que tú no podías?
Entonces eres una guerrera que merece ser visibilizada, respetada y reconocida por tu enorme esfuerzo. Las oportunidades para una mujer han sido diferentes, pero también han sido marcadas a lo largo de la historia.
La voz del pasado resuena en el rol de la mujer
Diferentes eventos en el pasado han sido eslabones para exigir los derechos de las mujeres, como la huelga de las camiseras o la protesta textil bajo el lema “Pan y Rosas”
Hechos que vale la pena recordar para mantener vigente una voz latente que dignifique el rol de la mujer en la sociedad, una voz que exija libertad y seguridad para todas.
Desde el derecho a votar hasta el derecho a jugar fútbol o cualquier actividad que dijeron ser exclusiva para hombres, ha sido un reto para las mujeres poder desempeñarlas. En diferentes épocas de la historia se había establecido cuál debía ser el rol de la mujer, el cual había sido limitado.
Aceptar el rol de la mujer es la paz
Cuando decimos “el rol de la mujer” es poner en común el rol de un ser humano, y si un ser humano tiene la necesidad de trabajar, y si un ser humano tiene la necesidad de jugar, y si un ser humano tiene la necesidad de seguridad debería poder disfrutar de los derechos de cualquier otro ser humano sin importar género.
Cada uno desde el lugar que tenemos en la sociedad podemos contribuir para romper las barreras que limitan el desempeño del rol de la mujer.
En Zermat, enaltecemos el rol de la mujer, de una mujer que ha luchado contra el cáncer, de una mujer que a pesar de un divorcio pudo educar a sus hijos, de una mujer que fue a tocar puertas a una empresa y la han discriminado ya sea en una entrevista o en su carrera laboral; desde el corazón dijimos ¡no estás sola!
Miles de historias nos han sensibilizado del rol de la mujer y de lo importante que es para ellas contar con estabilidad financiera, lo que les permite tener libertad de decisión y una mejor calidad de vida.
Visibilizar estas necesidades, nos permiten crear entornos favorables para que una mujer emprendedora haga sus sueños realidad.
Tú que eres madre, esposa, amiga, confidente, doctora, maestra, emprendedora o desde cualquier rol de la mujer que tengas: te reconocemos y respetamos como la gran mujer que eres hoy.